La mayoría de nosotros saber que ocho horas es el tiempo recomendado para dormir, pero con el trabajo, la familia y los compromisos sociales solemos pasar las 16 horas de actividades en el día, y termina siendo imposible dormir las horas recomendadas. Además, puede que consideremos suficientes las cuatro o cinco horas que descansamos a diario. Inclusive, algunos se jactan de su privación del sueño como si fuera un reconocimiento.
Según la última Encuesta nacional estadounidense sobre salud (National Health Interview Survey), solo el 29% ciudadanos de ese país duerme más de seis horas. Y otro estudio internacional del Centro para el Liderazgo Creativo reveló que el problema del sueño es más grave entre los líderes: 42% duerme seis o menos horas por día.
Dormir nos permite consolidar y guardar memorias, procesar experiencias emocionales, reponer la glucosa (la molécula que enciende el cerebro) y limpiar la presencia de beta amiloides (la proteína del Alzheimer). En contraste, la falta de sueño y fatiga conlleva a malas decisiones, falta de autocontrol y una creatividad dispareja. Y eso no es todo: la falta de sueño en jefes repercute en las experiencias de los empleados.
Históricamente los estudios han determinado que en relación a las actividades de supervisión, algunos jefes son simplemente malos y otros no. Sin embargo, estudios recientes indican que el comportamiento individual puede variar de manera dramática de manera diaria o semanal, y esta variación puede ser explicada por la calidad del sueño del jefe. Está demostrado que cuando los jefes llegan al trabajo sin descansar, están más propensos a perder la paciencia, actuar de manera abusiva y ser menos carismáticos.
Un estudio de Christopher Barnes y Cristiano Guarana analizó el sueño de 40 jefes y sus 120 reportes directos durante los tres meses asignados a labores. Encontraron que los líderes que dormían menos tenían peores relaciones laborales. En principio, se consideró que disminuirían las malas relaciones laborales cuando conozca más a su equipo, pero no fue así. Además, los jefes no sospechaban del sueño como origen de las malas relaciones.
Entre las soluciones, se encuentra ceñirse a una hora de dormir y despertar constante, además de evitar ciertos alimentos antes de descansar. Poner el sueño como un prioridad te permitirá ser un líder más exitosos e inspirar un mejor desempeño laboral en tus empleados. No te perjudiques a ti mismo o tu equipo por no descansar lo suficiente.
29-09-2018 / GS1 Perú