La rivalidad está en todos lados. Vemos rivalidades en los deportes, negocios, escuelas y básicamente en cualquier campo donde exista la competencia. Puede ser entre personas, entre organizaciones o entre países. Existe algo particularmente poderoso sobre la rivalidad que la diferencia de otras formas de competencia y relaciones. Un estudio publicado por la Academy of Management decidió examinar los efectos de la rivalidad en la toma de decisiones y toma de riesgos para determinar cómo y por qué el sentimiento de competencia influencia la posibilidad de arriesgarse.
Un primer estudio se adentró en el intenso campo del fútbol americano (NFL) de Estados Unidos. Se midió la rivalidad según las mediciones de expertos de la NFL en los últimos nueve años y también se recolectó data de las jugadas entre el 2002 y 2010, acumulando casi medio millón de jugadas únicas. Luego de controlar un amplio rango de variables, se encontró que, a diferencia de otras partidas, entre equipos rivales el 37% intenta realizar conversiones de dos puntos y el 7% intentar el cuarto downs. Ambas jugadas pueden no sumar un solo punto y colocarlos en una mala posición si no funcionan.
Para corroborar los resultados, se realizó otro experimento donde participaron 149 estudiantes de la Universidad de Arizona en pruebas de toma de decisiones frente a un oponente. Lo que fue desconocido para los universitarios, era que su oponente formaba parte del equipo de investigadores y se presentaba como estudiante de la Universidad de Colorado o de la Universidad Arizona State (rival de la Universidad de Arizona). Los alumnos emparejados con su rival de Arizona State tomaron más niveles más altos de riesgo en comparación con los que compitieron frente a alguien de Colorado.
Los resultados de la investigación revelan importantes implicancias tanto para individuos como organizaciones. La toma de riesgos no es por sí misma positiva o negativa, sino que depende del contexto. En organizaciones e industrias donde la experimentación e innovación y pensar fuera de lo tradicional es valorado, la rivalidad puede ser un importante impulso para incentivar la toma de riesgos. Esto puede ser dando énfasis a las rivalidades corporativas o creando incentivos entre los trabajadores para la competencia. Claro que hay riesgos que deben ser considerados.
Por otra parte, existen trabajos e industrias que demandan una alta fiabilidad y estar libre de riesgos. En estos contextos, los administradores deberán minimizar los efectos de las rivalidades corporativas y la de sus empleados. La administración tendrá que determinar en qué nivel quiere promover o reducir las conductas de toma de riesgos y encontrar formas para enfatizarlas o disminuirlas según sea el caso.
15-08-2018 / GS1 Perú