El método más usado para la valorización de empresas, los Flujos de Caja Descontados (FCD), tiene el supuesto que las empresas son perpetuas, lo cual hoy es un absurdo.
Según una columna de Carlo Mario Dioses, los FCD son una proyección precisamente del flujo de caja libre de la empresa durante un período que suele ser de hasta siete años en promedio. Proyectar más años es casi una apuesta, a no ser que se trate de una concesión o de un contrato. Luego de ese período el último flujo es “llevado a la perpetuidad” a través de una fórmula matemática, y a eso se le llama el “valor residual”.
Muchas veces ese valor es tanto o hasta más alto que la sumatoria de los flujos ciertos, pues incluso se le pone una tasa de crecimiento a perpetuidad (la famosa variable “g”) que lo hace crecer hasta el infinito matemático. Hacer esto es suponer explícitamente que la empresa (o la marca si se trata de valorización de intangibles) vivirá para siempre. Precisamente, uno de los errores más comunes de los informes de valorización es no sustentar ese valor residual y concentrarse sólo en el sustento de la proyección de los años de flujos más certeros.
De hecho, ahora las empresas viven menos que antes. Un artículo de Harvard Business Review de 2016 (donde se incluye Strategy When Creative Destruction Accelerates de Vijay Govindarajan) da cuenta del resultado de varias investigaciones realizadas sobre el acortamiento de la vida de las empresas. Así, por ejemplo, las empresas que salieron a bolsa antes de 1970 tenían un 92 % de probabilidad de sobrevivir en sus primeros cinco años, mientras que las que lo hicieron entre 2000 y 2009 tenían solo un 63% de posibilidades. Las razones detrás de esto es que los modelos de negocio cambian constantemente y ahora evolucionan cada vez más rápido, de tal manera que lo que funcionaba en un momento no necesariamente garantiza la existencia de la empresa en el siguiente ciclo económico.
Cuando algo ataca el modelo de negocio de una empresa hay que prestarle mucha atención, más aún cuando en pocas semanas su valor de mercado cae en 14% como en el caso de Facebook. Precisamente, la sugerencia a las valorizaciones es analizar si el modelo de negocio es sostenible en el tiempo, al menos lo suficiente para sustentar ese flujo a perpetuidad (valor residual). No vaya a ser que estemos valorizando puro humo.
03-04-2018 / GS1 Perú