En el mundo empresarial adoptar el liderazgo de una empresa y trabajar para cambiar la cultura es un reto a largo aliento y de arduo trabajo. En este camino es importante cultivar lazos estrechos entre los colaboradores y construir ambiente laboral de alto desempeño. ¿Algo de otro mundo? No. Sin embargo, en nuestro día a día lleno de estímulos y grandes cantidades de información, priorizar las relaciones requiere paciencia, consistencia y liderazgo. Tres características que si escasean en estos tiempos.
Cultiva las relaciones. Las relaciones laborales saludables tienen como raíz la transparencia, ser directos, sinceros y honestos. Cada persona miembro de tu equipo u organización viene de diferentes escenarios, culturas y estilos de vida. En tu negocio, evalúa cuánto tiempo has priorizado para conocer a tus colaboradores como únicos e individuales. “No tengo tiempo”, es una de las más usadas excusas. Sin embargo, la mentoría y el coaching de uno en uno mejorarán la retención y desempeño laboral.
Concéntrate en la comunicación. La clave está en escuchar, alejarse del modelo vertical tradicional de una empresa y encontrarse como organización en un punto medio. Una comunicación fortalecida permite conocer dónde se debe trabajar con mayor énfasis o dónde es necesario liberar carga laboral. Evaluemos si nuestra organización promueve a todo nivel que los trabajadores expresen sus propuestas. Las organizaciones que valoran las propuestas, y que priorizan el feedback de los empleados de planta, suelen tener un mejor desempeño que las compañías centradas solo en unos pocos líderes.
Brindar claridad. Algunas compañías pueden complicar lo sencillo. Es necesario explicar los nuevos retos, decisiones o procesos de manera clara y simple, así todos podrán comprender el propósito de estas iniciativas. Si le preguntas al azar a cualquier trabajador cuál es la misión de la compañía y te responde con claridad, será un gran logro de comunicación. Si no responde, significa que hay trabajo por hacer. Entrenar en conjunto para un éxito colectivo mayor.
Cultura de la responsabilidad. ¿La palabra responsabilidad es sinónimo de culpa? Si la respuesta es positiva, no es de sorprender que las personas eviten tomar responsabilidades. En las organizaciones saludables, se comparte el éxito colectivo. Para ello es necesario mejorar cada día, ver los errores y tropiezos por lo que son, y trabajar en conjunto hacia el éxito colectivo.
El compromiso de cultivar las relaciones, concentrarse en la cultura, comunicar con claridad y definir los principios de liderazgo son las claves para crear una organización ganadora. No hay magia alguna de por medio.
15-08-2018 / GS1 Perú