Podemos esforzarnos más por ser exitosos, hacer más por alcanzar mejores resultados, pero lo que no podemos hacer es incrementar las 24 horas que tiene el día. No controlamos el tiempo, sin embargo el tiempo si domina nuestras vidas. Si bien existen muchos consejos, fórmulas y trucos para manejar nuestros tiempos y evitar que lo desperdiciemos, nada podemos hacer para evitar que un día llegue a su fin.
En lugar de correr contra el reloj, mejor pensemos en cómo aprovechar el tiempo en razón a nuestros momentos más productivos del día. Pensemos en cuáles son los momentos de mayor y menor energía en nuestro día y emparejemos estos momentos con tareas adecuadas a nuestra energía, que sean beneficiadas de ella.
¿Alguna vez has trabajado en una tarea en la tarde que te ha tomado más de una hora y tú sabes que podrías haberla terminado en 10 minutos? ¿Te has atascado en una tarea solo para dejarla sin terminar y completarla de manera rápida al día siguiente a primera hora sin el mayor esfuerzo? Muchas personas se identifican con estas situaciones en su vida diaria.
Si te encuentras en los ejemplos mencionados, vale hacerse la pregunta: ¿estoy usando las horas de mayor energía para mis tareas más desafiantes? En muchos casos se suele participar de las actividades de manera programada sin considerar nuestros picos de energía.
Veamos los beneficios de adaptar nuestras actividades a nuestros picos de energía. Consideremos esa tarea que durante la tarde nos toma 60 minutos en realizarla. Si la movemos a nuestra hora pico de energía, la tendríamos lista en 10 minutos. Para conseguir esto 10 minutos en la mañana podríamos reducir una o dos reuniones de 60 minutos a 45 minutos. Esto sería ganar 50 minutos diarios con solo un cambio en el horario de actividades. En una semana ganamos un 10% más de tiempo (4.16 horas considerando una semana laboral de 40 horas).
28-03-2018 / GS1 Perú