La sociedad pública Correos y Telégrafos de España no pasa por su mejor momento: se espera que cierre el 2018 con pérdidas de 122,6 millones de euros, pero planea capear apostando fuerte por la gestión de paquetes procedentes del ‘e-commerce’.
Las cifras relativas a la paquetería con origen en el comercio electrónico sí arrojan luz al panorama del sector postal de ese país. Durante el segundo trimestre del 2017 movió más de 7.300 millones de euros en España, un 23,4% más que en el mismo período del año anterior.
Hoy el sector se enfrenta a una profunda transformación provocada, precisamente, por el auge de las tiendas 'online'' y acelerada por los pasos de Amazon.
Si el desembarco del gigante de internet en España removió las aguas de la distribución y la logística, el hecho de que comience a repartir sus propios paquetes puede causar un verdadero tsunami. Y sus planes van por ahí: el año pasado lanzó su propio operador logístico (Amazon Logistics) y su flamante servicio de entrega a domicilio (Amazon Flex) lleva ya varios meses funcionando en nuestro país en ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia.
De momento, los de Jeff Bezos entregan a través de Correos Express entre 15.000 y 20.000 paquetes diarios —en Navidad pueden alcanzar los 90.000—, según Juan Carlos Gutiérrez, presidente del Comité de Empresa de Correos Express Vallecas. En caso de que prescindieran del operador público para gestionar un volumen “tan brutal” de envíos, “habría que redimensionar todo: la plantilla, los autónomos contratados, la infraestructura…”, advierte Gutiérrez a Teknautas.
Para hacer frente al aluvión de paquetes procedentes del ‘e-commerce’, Correos ha hecho “un gran esfuerzo inversor tanto en infraestructuras como en tecnología”, indican desde la empresa pública. También estudiaba a finales del año pasado reforzar su servicio de mensajería urgente hasta el 2020 y contratar a unas 10.000 personas, más de las que ya había incorporado a su flota. “Si antes teníamos 250 autónomos para repartir en Madrid, ahora superamos los 400”, dice Gutiérrez.
La sacudida también podría sentirse en el resto de firmas con las que Amazon ha tejido relaciones comerciales. No solo confía en otros proveedores tradicionales como Seur o MRW, sino que en los últimos tiempos se ha decantado por empresas de reparto más pequeñas como Instapack, Ara Vinc o Tipsa a través de Logistics, en parte porque a los primeros les cuesta cada vez más aceptar sus condiciones abusivas (grandes volúmenes a precios ridículos).
05-06-2018 / GS1 Perú