
En medio de un contexto global volátil y con disrupciones cada vez más frecuentes, las empresas enfrentan el reto de mantener operaciones logísticas ágiles, confiables y resistentes al cambio. Con miras al 2025, el enfoque ya no es solo reaccionar ante las crisis, sino anticiparlas. Drivin, firma especializada en soluciones tecnológicas para logística, comparte las estrategias esenciales para lograrlo.
Visibilidad total: el primer paso hacia el control
Contar con información en tiempo real a lo largo de toda la cadena de suministro es hoy una condición indispensable. Desde la entrada de materias primas hasta la entrega final, tener trazabilidad permite identificar fallos, responder ante imprevistos y optimizar procesos.
Herramientas como sistemas de gestión de transporte (TMS) o almacenes (WMS) ofrecen monitoreo centralizado, favoreciendo decisiones basadas en datos y no en intuiciones.
Planificación estratégica: anticiparse es ganar
La planificación se convierte en un diferenciador clave entre una operación reactiva y una verdaderamente robusta. Utilizar inteligencia artificial, datos históricos y predicción de demanda permite ajustar inventarios, diseñar rutas más eficientes y preparar a la operación para distintos escenarios.
Empresas que adoptan modelos predictivos y machine learning logran reducir errores, mejorar tiempos de respuesta y adaptarse con mayor facilidad a cambios bruscos del mercado.
Colaboración como ventaja competitiva
La cadena de suministro no es un esfuerzo aislado. Su eficiencia depende de la cooperación entre proveedores, transportistas, operadores logísticos y clientes. Para que esto funcione, es necesario compartir información, establecer acuerdos con indicadores claros y construir relaciones sostenidas en el tiempo.
Una red colaborativa permite reaccionar más rápido ante cambios, reducir fricciones y alinear expectativas operativas.
Flexibilidad y escalabilidad: la nueva normalidad
El mercado cambia, y con él, las demandas logísticas. Tener una cadena de suministro adaptable —capaz de escalar ante picos de demanda o rediseñar rutas en tiempo real— es fundamental. Este enfoque modular y flexible es lo que diferencia a las cadenas que resisten crisis de las que colapsan ante el primer obstáculo.
Medición constante: lo que no se mide, se mejora
Monitorear el desempeño logístico mediante indicadores como entregas a tiempo (OTIF), productividad operativa o rotación de inventario es clave para detectar cuellos de botella y fomentar una cultura de mejora continua.
Los datos permiten evaluar proveedores, optimizar recursos y mantener altos estándares de servicio.
Tecnología: el verdadero motor de una cadena moderna
La transformación digital ya no es una opción, sino una exigencia. Soluciones como Drivin, plataforma TMS, permiten a las empresas planificar rutas, monitorear flotas en tiempo real, integrarse con sistemas ERP y e-commerce, y tomar decisiones basadas en dashboards personalizables.
Además, Drivin incorpora trazabilidad completa, digitalización documental, alertas operativas y canales de comunicación con transportistas, facilitando una operación ágil, coordinada y centrada en el cliente.
El objetivo? Una cadena resiliente y sostenible
Asegurar una cadena de suministro confiable en 2025 no es tarea de una sola tecnología ni de un único cambio de proceso. Requiere visión estratégica, herramientas tecnológicas, cultura colaborativa y la capacidad de adaptarse sin perder eficiencia.
Las empresas que logren alinear estos factores no solo estarán mejor preparadas ante las crisis, sino que también ganarán en eficiencia, competitividad y sostenibilidad a largo plazo.
28-05-2025 / GS1 Perú