De acuerdo a la consultora Arellano, hasta el 2017, el 51% de la población universitaria en el país estaba compuesta por mujeres, quienes ya representaban el 44% de la población económicamente activa (PEA). Y al 2025, podrían alcanzar el 50%, ha estimado Ana Lucía Navarro, gerenta de Cuentas de la consultora. Si vemos el aspecto salarial, el ingreso promedio de las mujeres se ha incrementado en los últimos siete años. ¿A qué se debe?
Según Arellano, este aumento responde a que cada vez son más las mujeres que ocupan cargos directivos. Pero tampoco debemos olvidar que durante este lapso de tiempo, la remuneración mínima vital también se incrementó. Así, ante las mayores ocupaciones de la mujer, claramente más empoderada, sus estilos de vida se han transformado. En los últimos dos años, los estilos de vida que más crecieron fueron los perfiles de mujer moderna (52%)y sofisticada (11%), mientras que la conservadora se redujo a casi la mitad. Un resultado que ha incidido y sigue impactando en sus hábitos de consumo.
Las mujeres, sobre todo las de perfil moderno, buscan productos que les brinden practicidad, están dispuestas a probar diferentes productos y marcas, ponderan la calidad sobre el precio y adoptan tendencias.
En los últimos dos años, además, las consumidoras se han vuelto mucho más exigentes con los productos que adquieren. Según el reporte de Arellano, en alimentos –por ejemplo–, después del precio, entre los atributos que más valoran resaltan su propiedad como saludable (segundo lugar) y el sabor (tercera posición), desplazando el rendimiento y la marca, características que antes priorizaban.
Las mujeres ahora cuentan con mayor acceso a la información, por lo que buscan productos más saludables. Una tendencia que se ve reforzada con los cambios relacionados con la Ley de Alimentación Saludable.
Si bien varias empresas y categorías se han esforzado para conectar con las nuevas necesidades de la mujer peruana actual, para Arellano también existen varias oportunidades que no se están aprovechando. La categoría automotriz es un claro ejemplo. La consultora considera que hace falta conocer e investigar mucho más sobre lo que busca una consumidora para brindarle un producto que satisfaga sus necesidades, además de identificar las ocasiones de consumo reales que tienen como mujeres modernas.
18-03-2019 / GS1 Perú