El estudio Kusikuy 2019, elaborado por Arellano para Perú 2021, revela que los peruanos nos ponemos una nota de 16,21 sobre 20 en cuanto a nuestra felicidad. Para el 66% lo que nos hace más felices es tener buena salud y para el 36% es vivir en un lugar seguro.
El resultado obtenido comprueba que la gran mayoría de peruanos se ubica en los rangos más altos de felicidad: 51% de los encuestados se sitúa en el rango sobresaliente; 37%, aprobado; 8%, raspando y 4%, jalado. Esto resulta alentador en comparación a la calificación obtenida en otro estudio de la misma consultora de investigación de mercados en el año 2013, donde solo un 32% se situó en el rango sobresaliente, y la nota del promedio final fue de 15,51 sobre 20.
“Un Perú feliz es un país con igualdad de oportunidades para todos y en el que todos – sin excepción – puedan realizar su potencial y lograr sus metas. Un país sin pobreza, corrupción, ni violencia. Un Perú feliz es un país que inspira respeto, confianza y esperanza”, afirma Luis Torres Mariscal, Presidente de Perú 2021.
Cuando se le preguntó a los encuestados sobre la felicidad percibida en los demás peruanos como sus padres y sus hermanos, el puntaje fue menor que el propio: 12,37 sobre 20 en el promedio general. ¿A qué se debe esto?
Los participantes manifestaron percibir a sus compatriotas como “personas en problemas” por verse en la situación de afrontar la inseguridad ciudadana y la ausencia de autoridades óptimas. A pesar de ello, también mencionaron atributos positivos (“ser emprendedores”, “perseverantes” y “dar la mano”), que sirven de paliativos para poder desarrollarse “a pesar de tener todo en contra”. Entonces, según el estudio, el peruano es visto a nivel social como alguien que no tiene una base sólida de bienestar, al que le toca esforzarse de más (o sufrir) para poder progresar.
18-04-2019 / GS1 Perú