Amazon se lanza a las calles madrileñas con sus propios repartidores. O casi, porque no pertenecerán a su plantilla y son autónomos. La empresa de ‘retail’ anunció el pasado noviembre que buscaban a personas que tengan “espíritu emprendedor y, por ello, creemos que serán muchos los interesados en obtener unos ingresos adicionales entregando paquetes de Amazon en su tiempo libre”.
Hace poco más de un mes que se pueden ver a los nuevos ‘riders’ recorriendo Madrid. Pero la compañía quiere más y bombardea a todos los usuarios de su plataforma para llamarlos a filas.
“¿Necesitas ingresos extra? Desde Amazon Flex te ofrecemos la oportunidad de ampliar tus ingresos colaborando en el reparto de paquetes. Elige tu propio horario y recibe pagos semanales”. Este es el mensaje del mail que muchos de los usuarios de la plataforma de compra han recibido.
A un golpe de clic puedes estar trabajando para una de las mayores empresas del mundo. En apenas unos minutos, cualquier persona puede repartir sus pedidos, confirmándose que el gigante de Jeff Bezos cambia su percepción a la hora de la entrega de repartos.
Es tan sencillo como descargarse la app de Amazon, inscribirse en la base de datos y firmar el contrato. A la hora de la ‘firma’ (el acuerdo se sella pulsando un par de ticks verdes), aparece un extenso documento con cada uno de los puntos que son necesarios para poder pertenecer a la familia de la compañía.
En las primeras líneas del texto aparecen las remuneraciones. Las tarifas se dividen en diferentes ‘bloques’, según las llama Amazon. Estos’ bloques’ aluden al número de horas que trabajarán los repartidores. Y existen dos opciones. Trabajar dos horas o ampliarlas a cuatro. En el primer caso, el ‘rider’ cobra 24 euros y en el segundo 56 euros. En resumen, 14 euros a la hora.
Una vez aclarado el salario a percibir, Amazon indica una retahíla de deberes que el repartidor cumplirá. Y hay muchos. Algunos tan lógicos como cumplir las órdenes de los superiores, poseer carné de conducir, ser mayor de edad o mantener una higiene básica, tratar adecuadamente a los clientes. Hasta ahí todo en orden.
Pero Amazon endurece las condiciones según avanzan las páginas. La compañía impone la obligación de disponer de un automóvil personal. Además, los gastos de estacionamiento, el gasto de combustible, las tasas o impuestos de matriculación lo deberá pagar el trabajador. A su vez, el autónomo también deberá poseer un vehículo no motorizado como es el caso de una bicicleta.
07-03-2018 / GS1 Perú