
La velocidad se ha convertido en el nuevo estándar del comercio. En América Latina, el Quick Commerce (Q-Commerce) está reconfigurando el panorama logístico con promesas de entregas en minutos, impulsando una transformación que va más allá de la tecnología: exige repensar infraestructuras, modelos de distribución y la relación con el consumidor.
Según un análisis de Drivin, empresa especializada en tecnología logística, esta modalidad de comercio, nacida para satisfacer necesidades urgentes como alimentos, medicinas o productos de conveniencia, se expande con fuerza en la región, desafiando a las empresas a adaptarse a un entorno donde la inmediatez ya no es una ventaja competitiva, sino una exigencia del mercado.
¿Qué es el Quick Commerce?
A diferencia del comercio electrónico tradicional —que promete entregas entre 24 y 72 horas— el Q-Commerce busca reducir ese plazo a menos de una hora, e incluso a solo 10 minutos. Esta evolución responde al auge de consumidores hiperconectados que esperan soluciones inmediatas, sobre todo en grandes ciudades con alta densidad poblacional.
Países como México, Brasil, Colombia, Chile y Argentina lideran la adopción de este modelo, apalancándose en entornos urbanos que favorecen una distribución rápida y localizada. Sin embargo, replicar fórmulas aplicadas en mercados desarrollados no siempre es viable. América Latina presenta retos propios.
Operar en América Latina: entre desafíos y oportunidades
- Dark stores o microalmacenes urbanos: pequeños centros de distribución ubicados cerca del consumidor final, que permiten acortar significativamente los tiempos de entrega.
- Flotas livianas y flexibles: bicicletas eléctricas, motos y vehículos pequeños que facilitan la movilidad en zonas congestionadas.
- Sistemas automatizados: herramientas digitales —como los Sistemas de Gestión de Transporte (TMS)— que optimizan rutas, monitorean inventarios y gestionan pedidos en tiempo real.
Ventajas de un modelo centrado en la inmediatez
El Quick Commerce no solo mejora la velocidad de entrega, también redefine la relación con el cliente. Entre sus beneficios destacan:
- Mayor cercanía y fidelización: la reducción del tiempo de espera fortalece la experiencia de compra y la lealtad del consumidor.
- Expansión ágil: un modelo logístico bien diseñado puede replicarse en otras ciudades o países, manteniendo eficiencia operativa.
- Adaptación a nuevos hábitos de consumo: el consumidor latinoamericano exige más velocidad y flexibilidad, y el Q-Commerce responde a esta demanda con precisión.
Las tendencias que marcarán el rumbo
El crecimiento del Quick Commerce en América Latina está acompañado de innovaciones que apuntan a hacerlo más sostenible, inteligente y diversificado:
- Sostenibilidad: el uso de vehículos eléctricos y embalajes reutilizables ya forma parte de las estrategias de muchas empresas, en respuesta tanto a regulaciones ambientales como a la conciencia del consumidor.
- Automatización e inteligencia artificial: estas tecnologías permiten anticipar la demanda, optimizar inventarios y diseñar rutas más eficientes.
- Ampliación del portafolio de productos: si bien los inicios del Q-Commerce estuvieron centrados en alimentos o medicinas, hoy es posible recibir en minutos productos tecnológicos, libros, cosméticos y más en ciudades como Lima, Bogotá o Buenos Aires.
Un camino prometedor, pero no exento de obstáculos
Aunque el potencial del Quick Commerce es innegable, su implementación plena en América Latina todavía enfrenta barreras estructurales. Entre las más críticas están la congestión urbana, la fragmentación geográfica y los costos operativos.
Sin embargo, la digitalización logística aparece como una aliada clave. Herramientas como los TMS ayudan a automatizar tareas críticas —desde la planificación de rutas hasta la asignación dinámica de pedidos— y permiten una toma de decisiones más informada, lo que resulta vital en entornos urbanos complejos.
¿Está preparada tu empresa?
No todas las organizaciones necesitan subirse al tren del Q-Commerce. Pero comprender cómo funciona, qué implica a nivel operativo y qué oportunidades ofrece, puede marcar una diferencia significativa. En un mercado cada vez más digital, rápido y centrado en el cliente, ignorar esta tendencia puede significar perder competitividad.
El Quick Commerce no solo redefine los tiempos de entrega. Redibuja las reglas de la logística moderna y abre la puerta a una nueva era en la experiencia de consumo en América Latina.
17-06-2025 / GS1 Perú