Los alimentos procesados permiten ahorrar tiempo pero los efectos de algunos de estos productos son advertidos por los médicos y nutricionistas desde hace tiempo. Una nueva tendencia, llamada “realfooding”, pone el foco en los ultraprocesados y sus consecuencias para la salud.
El consumo de alimentos procesados con exceso de azúcares añadidos, sal y grasas insalubres es uno de los primeros factores de pérdida de salud y causa de enfermedades. El principio es simple, según lo explican los científicos: la recomendación clave es comer alimentos lo menos procesados posibles. La “comida real” incluye todos los alimentos frescos, o cuyo procesamiento ha sido mínimo (por ejemplo, lavado, cortado o congelado), además de aquellos alimentos que fueron sometidos a un procesamiento industrial mayor, pero sin que esto haya afectado a la calidad del alimento.
Uno de los nutricionistas que más lucha contra los ultraprocesados es el español Carlos Ríos, seguido por cerca de 500 mil personas en sus redes sociales. Según este experto, el “realfooding” es un movimiento y estilo de vida que se basa en comer “comida real”.
El especialista asegura que la batalla no es contra todos los alimentos procesados. Para diferenciarlos, según Ríos, se ha de tener en cuenta que la comida real suele tener menos de cinco ingredientes. Así cita, por ejemplo, “una conserva de tomate triturado, puede ser un buen ejemplo de un buen procesado”. “Lo que caracteriza a los buenos procesados es que el alimento es el principal ingrediente del producto”.
Según un estudio publicado en el prestigioso journal BMJ, los productos ultraprocesados se asocian con mayor riesgo de cáncer. Otra investigación, publicada en The American Journal of Clinical Nutrition, pone el consume de este tipo de alimentos como uno de los principales culpables de la epidemia actual de obesidad y sobrepeso que estamos viviendo.
12-12-2018 / GS1 Perú