Transportar, recoger y entregar. De eso trata la logística. Los proveedores suelen tener un conocimiento explícito de las rutas y sus características físicas. Insuficiente cuando las entregas con intervalos de tiempo, recogidas ad hoc y envíos instantáneos desafían cada segundo de una industria en competitividad máxima. Después del Big Data, las máquinas inteligentes o capaces de aprender por sí mismas son el siguiente paso en la búsqueda del dorado de la logística. Las rutas más cortas, las gestiones rápidas, las tareas administrativas automatizadas, la entrega personal y personalizada…
Deutsche Post DHL es pionero en el enrutamiento SmartTruck o de camiones inteligentes. A principios de 2000, ya utilizaba rutas en tiempo real. La cartografía digital y satelital de las ciudades ha pisado el acelerador desde que cruza datos de mapas, patrones de tráficos y hace check in de las ubicaciones en redes sociales.
Ahora que el rendimiento, la accesibilidad y el coste son más favorables que nunca, el proveedor de servicios logísticos DHL y la informática IBM acaban de publicar el informe Inteligencia Artificial: hoy, una novedad; mañana, una necesidad, donde ambas firmas hacen una apuesta sin igual por el potencial de la IA. Aplicada a la logística, dicen, transformará la industria en proactiva, predictiva, automatizada y personalizada.
La IA ayudará a la industria logística a pasar de un modelo operativo reactivo a otro predictivo que identifique oportunidades. En el caso del transporte aéreo, que representa el 1% del volumen mundial de transporte de mercancías pero el 35% de su valor, la mayoría de las rutas y redes de carga se planifican con datos históricos y de acuerdo a la información de profesionales con décadas de experiencia en la industria, explican las firmas en el informe.
También los robots clasificadores están revolucionando los envíos de cartas, paquetes e, incluso, palés. La compañía finlandesa Zen Robotics ha creado ZRR2m un robot que combina la visión artificial y algoritmos de aprendizaje automático para ordenar y recoger materiales reciclables de cintas transportadoras en movimiento.
Pero hay aún más. La startup estadounidense Robby Technologies está desarrollando Robby 2, un vehículo terrestre no tripulado autónomo. Aceras, peatones, cruces de carreteras y ferrocarriles, Robby pide a la IA que le indique cualquier novedad en la orografía.
23-05-2018 / GS1 Perú