Mucho de lo que detiene el crecimiento personal y profesional es la autopercepción. Sentimos que estamos impostando algo que no somos, nos comparamos con otros, y dejamos que el miedo se entrometa en nuestro camino. Revisaremos estos obstáculos y las estrategias para superarlos.
Síndrome del impostor. Alguna vez se ha preguntado “¿Quién soy yo para ser exitoso?” o “¿Quién soy yo para ser un experto en los negocios?”. Todos hemos pasado por ello. La mejor manera de superar el síndrome del impostor es superarnos a nosotros mismos. En vez de pensar “¿Quién soy yo para escribir un libro?”, pensemos en “¡Claro que puedo escribir un libro!”. Solo tú puedes escribir tu propio libro, así que empieza.
El juego de compararse. Con todas las plataformas de redes sociales a nuestro alcance y cientos de oportunidades para conectar con muchas personas, es casi imposible evitar compararnos con otros. Acabemos con las comparaciones y convirtamos nuestras observaciones en celebraciones. Cuando veamos a otros hacer lo que nosotros queremos o logrando objetivos que también deseamos, significa que lograrlo es posible. Si ellos pueden hacerlo, tú también.
Autocrítica. Cada vez que te acercas al éxito, el miedo empieza a asomarse. Debemos aprender a reconocer nuestras propias limitaciones y empezar a pasar por encima de estas. Sentir que estamos alcanzando límites de lo que normalmente realizamos es una señal para salir de nuestra zona de confort y para dar nuestros primeros pasos a nuevas oportunidades. Aprendamos a usar nuestros temores para motivarnos, y no para echarnos para atrás.
22-02-2018 / GS1 Perú